Carlos Sadness lo llama roadtrip, aunque también valdría la definición de videotrip o cualquier otra que incluya el concepto de viaje. A principios de noviembre, Sadness emprendió en compañía de dos músicos, un cámara y una fotógrafa una ruta de una semana hacia Monte Perdido, en el Pirineo aragonés. Fue una apasionante travesía por la naturaleza, pero también un viaje hacia la creatividad en el que completó las tres canciones que forman parte del proyecto. Un proyecto llamado Monteperdido, que consta de un EP con esos tres temas – Monteperdido, Feria De Botánica y una versión acústica de El Día Que Hizo Más Viento Que Nunca– y de un trabajo audiovisual que será publicada por entregas.

El documental, obra del productor y realizador Álvaro Sanz, arranca hoy con la presentación del tráiler del proyecto, un pequeño adelanto de lo que vendrá a continuación. Las tres siguientes semanas se irán publicando los capítulos de esta experiencia, y, el lunes 3 de febrero, junto con la publicación del tercero de ellos, se lanza un EP digital de 3 temas. El proyecto culminará el próximo día 10 de febrero con la presentación del videoclip Monteperdido, construido con planos del documental.

“Nos perdimos varios días en la naturaleza para idear nuevas canciones, poesía, imágenes”, relata Carlos Sadness. El documental descubre el proceso de composición de dos temas inéditos y de los nuevos arreglos, en acústico, de El día que hizo más viento que nunca, de su álbum Ciencias Celestes. “Lo hemos presentado como un documental musical para que la gente realice este viaje con nosotros”, observa.

La idea de emprender un viaje por el Pirineo aragonés partió de Álvaro Sanz, amigo y exprofesor de Carlos en la Universidad Pompeu Fabra. Pero fue el cantante y compositor barcelonés quien quiso que fuese algo más que una excursión, que se convirtiese en una experiencia musical y audiovisual compartida con otros dos intérpretes –Sergio Sastre (de Miss Caffeina) y Marc Sospedra (guitarra oficial en los directos de Sadness)–, con Álvaro y con la fotógrafa Mónica Bedmar, que se incorporó al grupo con su cámara analógica. “Fuimos los cinco, no cuatro con un cámara. La cámara fue cambiando de manos porque quisimos imprimirle al documental la máxima naturalidad posible”, precisa Sanz.

En ese contexto salvaje del Pirineo, las canciones y sus protagonistas se mimetizan con los paisajes y pueblos por donde pasan, mientras se suceden momentos de convivencia, soledad, naturaleza, sonidos, tactos, olores… El primer capítulo se titula San Felices, como el primer destino de la travesía. En él, el grupo trabaja la canción Monteperdido, aunque finalmente suena el tema El día que hizo más viento que nunca. De ese semi abandonado pueblo y de la casa en la que se alojan parten hacia Francia. Es la segunda entrega, Feria de botánica. La tercera, Monteperdido, recoge la llegada a su destino, el macizo calcáreo más alto de Europa.