Peret fue el creador de la rumba catalana, un género único y universal que él ayudó a desarrollar como cantante, guitarrista y productor. Con tan solo doce años debutó profesionalmente con el dúo Los Hermanos Montenegro pero no fue hasta entrados los años 60 cuando su llegaron los éxitos. Su nombre empezó a ser popular gracias a la radiodifusión y a los pinchadiscos de las discotecas que, después de pinchar soul y otros géneros, acostumbraban a cerrar las sesiones con temas tan bailables como “Una lágrima cayó en la arena” y “Mataron al gitano Antón” . Paralelamente, también empezó a desarrollar una extensa carrera como actor en el cine y presentador en radio y televisión. Peret publicó de manera regular discos hasta el año 1982 cuando decidió retirarse para ejercer como pastor en la Iglesia Evangélica de Filadelfia. Diez años más tarde volvió a grabar y se ha mantenido en activo hasta estos días. El día 3 de mayo de 2011, la ciudad de Mataró le otorgó el título de hijo predilecto de la ciudad en reconocimiento de su trayectoria profesional y como creador de la rumba catalana. Artistas como Kiko Veneno, Estopa, Joaquín Sabina, Jarabe de Palo y Joan Manuel Serrat han colaborado con él reivindicando su figura y la importancia de su legado. Nos deja un artista irrepetible, el creador de un género, carismático, entrañable y autor de éxitos que quedarán en nuestra memoria colectiva.