Lila Downs, Niña Pastori y Soledad han obtenido dos nominaciones en los Grammy Latino, “Mejor álbum del año” y “Mejor álbum folklórico” por “Raíz”, su proyecto conjunto. 
Desde hace algunos años comenzó a gestarse un proyecto de gran envergadura por la importancia de su esencia: combinar la música de tres países, representada por artistas que verdaderamente sintieran y vivieran lo que es el folklore de sus respectivos pueblos. Sin duda alguna, Lila Downs, Niña Pastori y Soledad, desde muy jóvenes han sido valoradas, respetadas y admiradas por poseer estas cualidades.
 
Las tres han desarrollado carreras dignas de admiración, en las cuales ha prevalecido el amor y el respeto hacia sus raíces, hacia la tierra que las vio nacer. En un mundo globalizado, han sabido combinar las tendencias actuales sin perder esa cepa que les da solidez y carácter, esa con la cual han brillado en importantes escenarios internacionales llevando siempre muy en alto sus orígenes.
 
En el 2013 se concretó este proyecto y prácticamente durante todo el año se trabajó en él. Cada una conocía la trayectoria de sus colegas, había camaradería y admiración mutua… las tres eran muy diferentes, pero a la vez tenían muchas coincidencias, la más importante, su autenticidad como artistas.
 
Asimismo, a nivel humano, también había mucho en común, las tres eran madres, mujeres fuertes, con historias de lucha, con ganas de aprender del mundo pero a la vez de transmitir lo que ellas son y representan. Las tres habían salido a exponerse al mundo y habían triunfado, pero siempre tenían presente la necesidad de volver a su entraña, al “ombligo” de su ser, a su raíz.
 
Este disco era una oportunidad maravillosa para regresar totalmente a ese vientre, exaltar su raza y a la vez gestar algo nuevo; era tierra fértil para aprender y crecer, para compartir y hermanarse. No había mucho que pensar, tres enormes artistas y un extraordinario proyecto.
 
Para hacer “Raíz” cada una aportó una lista de temas con los cuales el público las había identificado a lo largo de su carrera; la selección final fue el resultado de la opinión compartida. Así quedaron 16 canciones que muy claramente las representan, que van con ellas y con su tierra, pero que ahora le pertenecen a las tres, pues las han hecho propias sin importar el origen.
 
En cada una de las piezas del álbum escucharemos la voz de Lila, de Niña y de Sole, cada una imprimiéndole su personalidad y su sentimiento al interpretar; sus voces se amalgamaron estupendamente sin perder su características únicas y por el contrario logrando un nuevo sonido que eriza la piel.
 
El primer sencillo se titula “La raíz de mi tierra” y es el resultado de la inspiración de este trío de talentosas cantautoras; el sólo hecho de escucharlo te provoca orgullo, te conmueve, te recuerda quien eres y de donde vienes… y esto es únicamente el principio, pues más adelante las guitarras, el arpa, la jarana, el bandoneón, las castañuelas y los coros, así como la combinación de tres voces singulares, nos llevan a un viaje de pertenencia, de arraigo a lo nuestro, pero también de apertura y celebración.
 
Chacareras, tanguillos, bulerías, huapangos y rancheras, por mencionar algunos géneros tradicionales, se fusionan con arreglos actuales dándole vida a un sonido muy rico en colores, a una propuesta única que sólo tres artistas de verdad podían lograr.
 
En cuanto a producción trabajaron con dos respetados expertos en la música: Aneiro Taño y Julio Jiménez “Chaboli”, mientras que Paul Cohen colaboró profundamente en varios de los arreglos, logrando armonías, melodías, estilos, acordes y elementos musicales tradicionales combinados con sonidos actuales. “Raíz” se realizó entre Argentina, España y México, pero fue especialmente en este último país, donde las artistas se reunieron para grabar las voces en el histórico estudio de Sony Music. 
 
Es así como esta producción discográfica sorprenderá por su fuerza, por su pureza y por su inminente belleza… es la semilla que se sembró con el corazón, se cultivó con talento y hoy da el más exquisito de los frutos: una interesante y emotiva muestra de la “música de raíz” de México, España y Argentina, en pleno siglo XXI, pero con sabor y riqueza ancestrales.