Cientos de personas de todo el mundo se han convertido en los verdaderos protagonistas del lyric video de la canción La llamada de Ismael Serrano, que se estrena el lunes 18 de agosto en Vevo. Sus fotos y vídeos han sido auténticas piezas de puzzle con las que el cantante madrileño ha construido la carta de presentación del que el 7 de octubre se convertirá en su noveno álbum de estudio. “Como quien escribe su historia en una colcha uniendo cien fragmentos de otras telas, así se ha elaborado esta pieza audiovisual con vuestras aportaciones”, agradece el cantautor a sus seguidores. Todos esos retazos “han ido tejiendo el tapiz en que ahora se ha convertido la canción”. Ismael Serrano ha engarzado las colaboraciones de aquellos que han respondido a su nueva llamada, la realizada a través de su web y las redes sociales, para dar forma a un lyric video que es un collage de la letra del tema escrita en lugares sugerentes, emotivos y originales. “Gracias por el cariño, por mandarnos vuestras imágenes para vestir mi canción, por sumar vuestra creatividad para hacer esto posible” implicándose personalmente en la selección y la edición del vídeo. El lyric video recoge fielmente el espíritu de un disco que funciona desde su misma gestación como una llamada continua a la participación de la gente. No sólo para la creación de la pieza audiovisual que ahora se estrena, sino también en la propia grabación musical del tema. Mediante la etiqueta #acudealallamada o por correo electrónico la gente, desde lugares insospechados y con diferentes acentos, envió más de medio millar de vídeos cantando los temas de Ismael Serrano, convocados por el propio artista para que una selección de las voces participantes se escucharan en los estribillos de la canción que se editará en su versión CD, y que también dio lugar a un avance audiovisual.El nombre de La llamada hace referencia a las tradicionales llamadas del carnaval uruguayo, convocadas a golpe de tambor, pero también a un llamamiento: basta de lamentos, es hora de levantar la mirada, grita el cantautor, que cita a sus seguidores para celebrar que estamos vivos y rebeldes. Lo hace a través del batá y del bongó, del pandeiro y del güiro, de los tambores y de los bombos, y por supuesto de la guitarra y de su serena voz de siempre. Ismael Serrano inicia así la búsqueda de un nuevo sonido que remueva el alma y las conciencias, pero sin abandonar el vuelo poético siempre presente en su música. Producido por él mismo y por Jacob Sureda, el álbum consta de 13 canciones en las que la lucha adquiere carácter de celebración, el desamor se cura al ritmo del candombe y la épica del desahuciado se retrata a golpe de bombo y esperanza. El disco rebosa también de bachatas traídas del mediterráneo, son del Caribe, samba para pedir un deseo y casi reggaetón para convertir la tristeza en esperanza. Un trabajo, en definitiva, que mira más al sur que nunca, fruto de una carrera que se inicia con Atrapados en azul, y que tiene en Todo empieza y todo acaba en ti el episodio previo a esta sonora llamada.