Hoy sale a la venta Soulier, el esperado segundo álbum de la estrella internacional Jain. La artista francesa también estrena el lyric video de la canción “Oh Man”, incluida en el nuevo disco.

SOULDIER, EN SUS PROPIAS PALABRAS

Souldier fue creado en la carretera, mientras se cruzaban en mi camino muchos países e inspiraciones. Quería publicarlo tan rápido como pudiese, para asegurarme de que se pareciera a mí tanto como fuera posible.

En Zanaka, me centré más en mis años de adolescencia y la rumba congoleña, pero esa vez quería mostrar un poco más de mí. El objetivo era ampliar mis influencias, tanto las de mi infancia como las actuales.

Me encanta el flow de Kendrick Lamar, la dulzura de Tito Puente, la elegancia de Fairuz y las melodías de Bob Marley, y entre toda esta música que adoro, he intentado encontrar la mía propia. Así nació Souldier, del deseo de combinar lo que me gusta y de hablar de temas tanto atemporales como contemporáneos.

Para ello, tuve la suerte de trabajar con un equipo increíble de amantes de la música con un gran conocimiento musical, con mi manager y también con gran músico y artista Maxim Nucci.”

Jain, hija de una familia de expatriados, pasó buena parte de su infancia viviendo en Pointe-Noire, en el Congo. La artista, nutrida por las influencias musicales de sus padres, que incluían a Aretha Franklyn, Janis Joplin y Otis Redding, comenzó a tocar la guitarra y la batería cuando todavía era pequeña, antes de empezar a escribir sus propias canciones. Sus compañeros de instituto pronto le presentaron a un joven que la ayudaría con sus primeras grabaciones: “Mister Flash” —un aficionado a la rumba que conocía muy bien el circuito de música en directo de Pointe-Noire— dejó que Jain utilizara el amplio equipo de estudio que tenía en su casa. Como dice Jain: “La música soul de mis padres y los años que pasé en África son una gran parte de mí; la razón por la que mi música siempre ha sido tan colorida.”

Poco después dejó África, siguiendo a sus padres en un viaje para descubrir los Emiratos Árabes Unidos y su capital, Abu Dhabi. Allí, aprendió a dominar las percusiones orientales y amplió su espectro de influencias, en gran parte gracias a la legendaria voz de la artista árabe Fairuz. Pero por encima de todo, ese cruce de culturas y fronteras en África y el Este le permitió comprender y ser consciente del mundo. “Mi juventud fue un periodo desconcertante; veía cosas que me ponían en contra del mundo en el que vivía y todas sus diferencias,” explica, “más tarde, esto me ayudó a mantener una actitud calmada.”

Cuando llegó a París, Jain conoció al productor Yodelice —que la fichó para su sello Spookland— y juntos, combinando sus experiencias individuales, dieron forma al álbum debut de Jain. Zanaka significa “hijo”  en la lengua malgache (de Madagascar), y representa todo el entusiasmo, delicadeza y choques que Jain experimentó en aquellos países soleados y determinantes en su vida hasta ese momento. Un emotivo diario personal de diez canciones, entre las cuales destaca “Makeba” y su potente celebración de África.

Publicado en 2015, su álbum debut triple Platino incluso le valió un Premio Victoire de la musique (El equivalente francés al Grammy) a la Mejor intérprete femenina en 2017, y una nominación posterior en los Premios Grammy de Nueva York en 2018. Desde el lanzamiento de Zanaka, Jain ha pasado cada vez más tiempo en la carretera, ofreciendo más de 200 conciertos en todo el mundo, y más recientemente para una multitud de 30.000 personas que la ovacionaron en el Festival Vieilles Charrues de Francia. Jain está a punto de comenzar su segunda gira norteamericana, dos años después de que presentara su música por primera vez al público norteamericano, pasando por Nashville, L.A. o Nueva York, y estableciéndose así como una de las grandes artistas francesas que triunfan al otro lado del Atlántico.

Todas estas nuevas experiencias han llevado a la joven francesa de vuelta al estudio: “Una bocanada de aire fresco”, explica. Con Yodelice a su lado, Jain ha pasado los últimos meses creando su segundo álbum, desplegando aún más si cabe su amor y pasión por el ritmo. Por supuesto, África vuelve a estar en el corazón del disco, sobre todo en “Oh Man”, junto al músico  maliense Sidiki Diabaté, hijo del legendario Toumani, que toca la kora. “Dicho eso, también quería evolucionar,” añade Jain, “ir más allá de lo que he sido hasta ahora. Esta vez verán más diversas y variedad.”

 Con Souldier, la artista de 26 años ha dado un paso más en su afán por explorar, impulsada por su curiosidad insaciable por el mundo y, sobre todo, por sus diferencias.

 

Hoy también disponible el lyric video de “Oh Man”:

Ya puedes hacerte con Souldier de Jain aquí:

“Souldier”, el segundo álbum de Jain, hoy a la venta