La Cruz rompe por completo los estereotipos del reggaetón con ”Easy boy”, su estreno en Sony Music, un tema que destroza los moldes de la masculinidad tradicional del género urbano

El venezolano afincado en España cambia el paso del pop latino con un tema de tensión y ritmo desbordantes pero en el que no hay mamis, sino otros hombres. “Compongo sobre mis experiencias, buenas y malas”, asume.

Con ese planteamiento, La Cruz lidera una revolución en el campo urbano, al convertirse en uno de los primeros artistas del mundo del reggaetón que expresa en sus letras su libertad sexual, lo que acerca el género a un colectivo tradicionalmente distante, como es el LGTBIQ.

Su nuevo tema es un anticipo del álbum que llegará en 2024, el segundo tras debutar hace dos años con Hawaira, su disco debut. Será un paso delante de un talento con una reconocida proyección internacional, alabado por grandes artistas que ya le han expresado su admiración en redes sociales. La irrupción de La Cruz sienta un precedente como representación fiel de la sociedad en la que vivimos, y en ese sentido, lo nuevo del venezolano romperá con sus temáticas el panorama musical.

Establecido en nuestro país desde 2015, tres años más tarde se dio a conocer en el concurso de talentos Operación Triunfo de TVE. Poco después lanzaba sus primeros temas, como Nadie te va a querer, Tres pedacitos y  Efecto. Sería la antesala de éxitos como  Boulevard, Quítate la ropa  o  Te conocí bailando, que impulsaron las escuchas del álbum Hawaira, algunas con más de tres millones de escuchas en Spotify. La Cruz, supera los 200.000 oyentes mensuales.

En paralelo, superada la pandemia, comenzó su andadura por algunos de los escenarios más importantes a nivel nacional e internacional, con una gira por Estados Unidos, Costa Rica y Venezuela.

Su repertorio se nutre de letras basadas en experiencias propias y del colectivo LGTB, porque entiende que esta comunidad también tiene que verse reflejada en las canciones de reggaetón. Con Easy boy, demuestra que su voluntad de romper los moldes del género no se queda en una declaración de intenciones.