Muchos le llaman empoderamiento, pero La Beba prefiere decirlo con sus propias palabras: No me fucking importa

Su nuevo tema es un llamamiento a hacer lo que le dé la gana por encima del juicio de los demás. Con esa filosofía se marca una potente producción electrónica con ese toque gamberro que la caracteriza.

La Beba define No me fucking importa –que estrena este 17 de mayo– como un grito de libertad. “Sobre todo en estos tiempos, en los que estamos tan expuestos a opiniones críticas y a ser juzgados cuando uno se aleja de lo que esperan que haga”, reflexiona. Es también una invitación a hacer lo que a uno le dé la gana, aunque no sea lo que la corrección política recomiende.

Lo nuevo de La Beba formará parte de un próximo EP junto a Tóxica y Cara, En loop, su anterior tema, y un par de ellos que están por llegar, para completar un grupo de canciones con clara vocación de libertad de la mujer. “A quien más se ha juzgado y se nos ha dicho lo que podemos hacer y lo que no es a nosotras, todo el disco va en torno a eso. El mensaje es quererse a una misma y hacer lo que una siente con independencia de lo que le digan”, reclama.

Conocida anteriormente como Blanca Sol, la artista creció bebiendo de géneros como el jazz, el funky o la bossa nova, en los que se inició por influencia de su padre, y se complementa con su gusto por el baile, inculcado por su madre. Pero el gran salto vino al convertirse en La Beba, un personaje poderoso, desenfadado y transgresor, musicalmente más maduro y claramente definido por la electrónica. Y con un gran protagonismo de la propia madrileña en todos los procesos artísticos, en los que se implica personalmente: desde la creación y composición hasta la producción e incluso la parte visual.

Como demuestra en No me fucking importa, lo suyo es la música para divertirse, pero con un mensaje revelador que no pasa desapercibido.