La pieza A Minor Story es el primer single del álbum de debut del pianista Pieter de Graaf, Fermata. El proyecto incluye una amplia gama de instrumentos y una gran variedad de “sonidos”. Se trata de canciones de naturaleza romántica, con influencia de la música de Chopin y Rachmaninov.

Las composiciones de De Graaf evocan tristes momentos de soledad. Las canciones van y vienen como la marea, formando oleajes magníficos antes de escabullirse hacia el horizonte, y hay una sensación de cercanía a la música, de inmediatez espiritual que es un efecto muy deliberado.

Puede tomar un tiempo para que un artista encuentre su verdadera vocación. Pieter de Graaf la ha estado buscando desde que se sentó al lado de su padre, cuando contaba cinco años, y lo vio tocar los clásicos. Más tarde se sumergió en el mundo del jazz, dedicando horas a la práctica y estudiando en el Conservatorio de Rotterdam.

Varios años de gira con bandas, amigos y grupos de hip hop, incluida la Orquesta Kyteman, le enseñaron una lección inestimable: no tocar en exceso, y no adelantarse a la música. Para De Graaf la música tiene que ser real y tiene que decir algo. Así que volvió a lo básico, a las notas individuales y las tríadas en lugar de a los movimientos complejos y de sincronización. Sus influencias, Miles Davis, Nils Frahm, Rachmaninov, Bach, Herbie Hancock y, sobre todo, Keith Jarrett, le permitieron combinar melodías fáciles con pasajes más virtuosos sin perder el significado o la esencia de cada canción.

El primer resultado de esta búsqueda de significado musical y profundidad es Fermata, un proyecto que va más allá de un simple álbum. Muchas canciones ya están grabadas pero él quiere tener la libertad de seguir empujando los límites y seguir creando. “Es un momento emocionante para ser un artista, hay muchas formas inspiradoras de grabar, interpretar y lanzar tu música”, señala De Graaf.

El pianista no deja piedra sin mover al ser guiado por lo que cada canción requiere. Ha viajado al norte para grabar un órgano de la iglesia, escribió una partitura para un coro de cuatro sopranos, y contó con la ayuda de amigos y colegas de Kytopia, el colectivo de música en Utrecht que alberga su estudio.

Para recrear en vivo la magnificencia de Fermata, De Graaf ha optado por desarrollar un espectáculo para un solo hombre. Junto al piano tiene un pedal de midi, algunos teclados midi y una computadora portátil para efectos de audio, loops y sintetizadores.

Consigue “A Minor Story” aquí.

Mira el tráiler de cómo se hizo Fermata más abajo: